Hospitalidad tradicional jacobea en Villafranca del Bierzo
Estuvimos en este foro donde se valoraba el estado de la hospitalidad tradicional jacobea y el relevo generacional al frente de los albergues
Los días 25, 26 y 27 de octubre se organizaba en Villafranca del Bierzo este Encuentro, en el que se debatía acerca del presente y futuro de la hospitalidad en el Camino de Santiago, la situación de los albergues y se planteaban iniciativas para conseguir el relevo generacional entre los hospitalarios.
El esfuerzo organizativo fue de Jesús Jato, propietario del albergue «Ave Fénix», de Villafranca del Bierzo, un «histórico» en el Camino Francés, y de Irene García-Inés, una artista muy involucrada en proyectos de dinamización social y cultural en ámbitos rurales.
Este Encuentro Internacional, en esta segunda edición, giraba en torno a varios temas fundamentales:
En primer lugar, se exponía la experiencia de varios albergues que llevan ya 30 años acogiendo peregrinos en el Camino de Santiago, con una visión de la hospitalidad basada en la generosidad, la inexistencia de un precio, y la atención humana al peregrino.
Los asistentes disfrutamos con las exposiciones de los responsables de estos albergues «históricos», singulares y muy señeros en el Camino de Santiago:
– El Ave Fénix de Villafranca del Bierzo, en el Camino Francés (Jesús Jato).
– El Refugio Templario de Manjarín, cerca de la Cruz do Ferro, en el Camino Francés (Tomás Martínez), cerrado desde hace cuatro años por no poder reparar el tejado caido.
– El albergue parroquial de Fuenterroble de Salvatierra (José María Blas).
– La Cabaña del Abuelo Peuto, de Güemes, Cantabria, en el Camino de la Costa (Berna y Paqui).
– El albergue Convento de San Antón en Castrojeriz, en el Camino Francés (Ovidio Campo).
– El albergue San Nicolás de Puente Fitero, regentado desde hace 30 años por la Confraternita di San Jacopo di Compostella, de Perugia (Italia).
– El albergue parroquial de Grañón, que fundara el sacerdote José Ignacio Díaz, fallecido en 2023.
A las exposiciones de la experiencia de estos históricos y singulares albergues les seguían mesas redondas acerca de la problemática que les afecta: la eficiencia energética; las normativas y burocracia que les atenazan; la necesidad de relevo generacional para garantizar su futuro, etc.
En las mesas redondas participaron expertos en los diferentes temas expuestos, que propusieron ideas para mejorar la situación de los albergues de acogida tradicional.
Con orgullo podemos presumir de la presencia en las mismas de varios cántabros que aportaron su experiencia y conocimiento.
Había un interés especial por abordar el relevo generacional y la presencia de los jóvenes en la hospitalidad jacobea. Una de las mesas redondas contó con la participación de jóvenes peregrinos y hospitaleros que aportaron su punto de vista.
La jornada de trabajo se cerró con una mesa redonda en la que se debatía la situación generada por la iniciativa del Ministerio de Cultura, en fase aun de desarrollo, de declarar a la acogida tradicional jacobea como patrimonio cultural inmaterial. En ella estaban presentes Ildefonso de la Campa, gerente de Xacobeo; Jorge Martínez Cava, presidente de la FEAACS; Carmen Tomé, presidente de la Asociación de Acogida Tradicional Jacobea; y Juan Carlos Pérez Cabezas, representando a la FICS, impulsora de la iniciativa.
Lo más emotivo de este Encuentro fue sin duda el homenaje a las personas que llevan ya muchos años al pie del Camino de Santiago ofreciendo su hospitalidad a los peregrinos, bien regentando albergues o bien con iniciativas sencillas y humildes de ofrecer agua, comida, ayuda y ánimo a los caminantes.
La foto que se hicieron al finalizar el homenaje en el teatro villafranquino es un auténtico documento histórico . Ahí están varias de las personas que han sido el alma de la hospitalidad en el Camino de Santiago desde hace más de 30 años.
Uno de los momentos mágicos fue el encuentro casual, pues no se conocían antes, entre Felisa, tercera generación ya de mujeres de su familia que ofrecen «agua, higos y amor» a la entrada de Logroño, con la hija del peregrino que, agradecido, hace 30 años le regaló a la abuela Felisa el primer sello que ya una tataranieta de 4 años sigue estampando en las credenciales de los peregrinos que pasan ante su casa.
Felicitamos a los organizadores por lo interesante que resultó este Encuentro, les agradecemos su esfuerzo. «Peregrinos por Cantabria» estaremos siempre dispuestos a colaborar en las iniciativas que redunden en la pervivencia de la hospitalidad tradicional jacobea, uno de los valores fundamentales del Camino de Santiago.